Cuando la heroína era cosa de niños...

Frasco original de Heroína Bayer

Parece increíble pero a primeros del siglo pasado, el mismo inventor y fabricante de la archiconocidísima Aspirina, la empresa Bayer, vendía también en las farmacias una droga de origen semi-sintético llamada "Heroína". ¿Cómo? ¿qué?... sí, heroína, "caballo", "potro", "jaco", "reina", "dama blanca", "chiva", "chuto" o "tachones. Es más, se ofrecía como un perfecto sustituto de la morfina y en muchos casos como medicamento para la tos para niños.

Concretando un poco, su venta y distribución tuvo lugar entre los años 1898 y 1910. Como mencioné antes, se intentó vender como un sustituto de la morfina con la intención de proveer un analgésico menos adictivo. ¡Error!, resultó ser aún más adictiva que la primera. Curiosamente, al ser consumida vía oral, se acababa convirtiendo en morfina de nuevo tras su paso por el hígado.

Jarabe Bayer de Heroína

La gota que colma el vaso aparece cuando la heroína es inyectada de forma intravenosa... la absorción es tremendamente rápida. Penetra con facilidad en el cerebro y, una vez dentro de él, es capaz de convertirse en "6 monoacetilmorfina" (6-MAM) y morfina. Esto activa y excita los receptores de que disponemos en nuestro sistema nervioso encargados de proporcionarnos eféctos analgésicos y de placer. No sólo puede ser consumida vía oral o intravenosa sino también sublingual, cutánea, vaginal, rectal, inhalada o fumada.

Tan fuerte es la adicción que provoca este "engendro" que en la lista de las 20 drogas de uso habitual más comunes, es la que más adicción crea y que más efectos negativos provoca.

Como curiosidad extra, famosos como Janis Joplin (la dama blanca del Blues), Jim Morrison, Sid Vicious, Phillip Seymour Hoffman... así que... cuidadito niños y niñas.